Alfredito Olivas
El Laberinto
Es m�s coraz�n,
es m�s orgullo que ambici�n;
no es hambre de poder,
es una guerra sin cuartel.
Es que simplemente se olvidaron quien es qui�n,
por ah� dicen no muerdas la mano que te da de comer,
s�lo es un refr�n, no agarren monte mis amigos
porque la vereda se puede tornar c�mo todo un laberinto.
El viento deshoj� viejas cuentas que ten�a yo,
hoy solo me enfoqu� en hacerles ver su error
a aquellos que los deslumbr� el brillo y la plata les gust�,
a los que un d�a me desconocieron hoy van a saber quien soy.
Y descargar� el poder,
el que me ha catalogado,
no se asusten a�n no se echen a correr;
todav�a no he terminado.
V�monos faltando al respeto
una pulga m�s al perro, no creo que vaya a notarse.
Se acabaron los tiempos de vaqueros,
hoy reinan los traicioneros y yo s� como pelearles.
Pensaron volteamos la tortilla,
la flama queda encendida y el comal har� lo suyo,
asi que el comal tiene problemas,
aqu� ya perdi� la guerra y las pagar�, lo juro.
(Y por si a�n se preguntan: el perico sigue siendo verde, lencho vive donde mismo y la rueda sigue dando vueltas. �Corridos, simplemente corridos!)
El n�cleo de amistad, si es que as� se le puede llamar,
si �ramos pocos ayer, ahora somos la mitad.
Y es que entre ca�dos y doblados, se me cort� el personal,
pero entre lo bueno va lo malo y m�s bien que para mal.
Porque la verdad, poco a poco ha ido saliendo,
y recuerden que entre m�s oscuro est� es que ya va amaneciendo.
V�monos cuidando la boca,
y midiendo las palabras que �sas se las lleva el viento.
A mi los problemas no me incomodan,
pero saliva no gasto, m�s bien hablo con los hechos.
Si el dinero comprara la valent�a,
que diferente ser�a pero les falt� un buen cinto,
para fajarse los pantalones
tal vez si podr�an salirse... del temible laberinto.