Nacho Vegas
Al Fin
Hace tres a�os y un d�a llegaba a Norte�a,
era s�lo uno m�s entre los extra�os.
Hoy dir�ais que he envejecido al menos diez a�os.
Me dediqu� por un tiempo a cantar en el puerto
canciones que hab�a aprendido aqu� mismo,
unas pocas hablaban del cielo y muchas del abismo.
La conoc� una ma�ana tras una guitarra
y brot� de sus labios aquella tonada
como si fuera una maldici�n ya no pude olvidarla.
Y podr�a volver,
y podr�a decir que las cosas van bien all� por Norte�a,
y omitir que all�
una extra�a mujer me ense�� que no hay bien que por mal no venga.
Y aunque yo preguntaba ella siempre callaba
o dec�a "no quieras saber de mi vida, no me hagas hablar,
que si bebo es para olvidar".
Desde ese d�a aquella melod�a se aferra a mi alma,
arrancarla resulta imposible,
pues resuena con la perfecci�n de un recuerdo terrible.
Y hoy cuando intento escribir nuevos versos
de frente me encuentro tan s�lo con desilusiones,
y ahora s� con certeza que no escribir� m�s canciones.
Y podr�a volver,
y podr�a decir que las cosas van bien all� por Norte�a,
y omitir que all�
una extra�a mujer me ense�� que no hay bien que por mal no venga.
Y aunque yo preguntaba ella siempre callaba
o dec�a "no quieras saber de mi vida, no me hagas hablar,
que si bebo es para olvidar".
Y aunque yo preguntaba ella siempre callaba
o dec�a "no quieras saber de mi vida, no me hagas hablar,
que si vivo es para olvidar".